Ermita de Chamorro

Seguimos nuestra ruta ya de camino hacia el centro de Ferrol por la carretera CP-3603 y nuestra siguiente parada será la: Ermita de CHAMORRO.

Su edificación se remonta a finales de la Edad Media, probablemente a la segunda mitad del siglo XV. Tanto la bóveda de crucería tardo-gótica en la capilla, como la tipología de la letra en el epígrafe del enunciado fundacional, en uno de los muros exteriores, así parecen indicarlo. En cuanto a la talla de Nuestra Señora, algunos autores le dan un, improbable, origen románico. Cuando, lo más probable, es que se trate de una talla de manufactura tardo-medieval. Por lo de ahora, la primera cita documental de Chamorro se encuentra en el testamento de Fray Fernando Fontaíña, franciscano del convento de Montefaro, en el año 1499. La capilla estuvo ligada por patronazgo lego, durante siglos, a la familia de los Valerio, asentados en la feligresía de Serantes desde mediados del siglo XVI.

Cuenta con una única nave rectangular y muros de sillería de granito. El muro sur de la cabecera conserva una inscripción que permite datarlo en el primer tercio del XVI. La capilla mayor cuenta con una bóveda de crucería de 13 claves, donde la piedra dibuja una estrella de 4 puntas. Allí se sitúa el retablo barroco.

Cuenta la leyenda que un día, un pescador, con el bote a punto de hundirse bajo el mar embravecido, implora ayuda a la Virgen del Nordés y angustiado exclama “xa morro” (“Ya muero” en gallego). La Virgen lo salva y desde entonces pasó a denominarse así al enclave. El lugar de emplazamiento, una pequeña colina de 174 m de altura, es un espacio privilegiado desde el que se obtienen magníficas vistas al valle de Serantes, a la ciudad de Ferrol y a los pueblos ribereños de la ría. Todos los lunes de Pascua se celebra en el entorno de la ermita una romería popular, y se mantiene la costumbre de subir a pie, por la colina, hasta llegar a los pies de “Nuestra Señora del Nordés”, como también se conoce la capilla.